lunes, 30 de diciembre de 2013

El caso de George Adamsky


Uno de los montajes más sonados de la ufología mundial, fue el difundido por el supuesto contactado polaco-estadounidense George Adamsky.
Durante la lluvia de meteoros del 9 de octubre de 1946, contó que había visto como un artefacto de color oscuro se movía rumbo a la ciudad de San Diego, mientras dejaba tras de sí, una extraña estela luminiscente que tardó varios minutos en desvanecerse en el cielo.

Retrato de George Adamsky. Fuente: www.unexplainedstuff.com

Adamsky relataba que durante 1949, tomó varias fotografías de objetos volantes no identificados, usando una cámara fotográfica que él mismo habría adaptado para acoplarla en el porta-oculares de su telescopio. Dichas fotos serían enviadas al encargado del departamento de electrónica de la base naval de San Diego, G. L. Bloom, pero aquellas imágenes, nunca llegarían a su destino; pues según fuentes de la base, fueron supuestamente interceptadas en la zona de revisión de correspondencia de la misma.
En el mes de marzo de 1950, Lamford Harrel, periodista y fotógrafo del San Diego Journal, denunció a través del propio periódico, el extravío de las fotografías de Adamsky. Incluso después de investigar él mismo los hechos, no obtuvo ninguna respuesta al respecto. 
 
A mediados de 1952, Adamsky difundió a través de la prensa, diversas fotografías de extraños aparatos voladores con forma de puro metalizado, tomadas con su cámara fotográfica. Al poco tiempo de publicarlas, un gran número de expertos realizaron una publicación alegando que las fotografías presentadas por Adamsky no eran más que un trucaje fotográfico.

Tras aquel embarazoso incidente, decidió formar un grupo de amantes de los “No identificados”; el cual estaba formado por Alice K. Welles, propietaria del hotel Palomar Grande, el doctor George Williamson y esposa, Albert C. Pailey y esposa, el propio Adamsky, y su secretaria Lucy McGuinnis, reuniéndose el 20 de noviembre de 1952 para dirigirse hacia la zona de Desert Center, cercana a la población de Parker (Arizona, EEUU).

Trataron de observar algún objeto extraño que volase por la zona, pero lo único que pudieron observar fue un avión bimotor volando a gran altura. Según Adamsky, poco después todos observaron un objeto volador plateado en el cielo que se movía de forma sigilosa. Miró a sus acompañantes y les dijo que necesitaba uno de los coches, porque aquel objeto quería contactar con él, pero tenía que ir solo, no podía haber testigos.


Supuesta imagen tomada por Adamsky en Desert Center. Fuente: www.emosonic.com

En sus escritos, describía como a mediodía se adentró caminando en el desierto, mientras atravesaba un pequeño laberinto de dunas, y donde al final de éstas, pudo observar al gran objeto volador estático a pocos metros del suelo; narraba que de uno de sus extremos, se abrió una compuerta de la que emergió otro objeto volador más pequeño, con forma discoidal que aterrizó a escasos metros de él.
Una vez hubo tomado tierra, de aquel artefacto metálico surgió un ser que lo definió como un hombre alto, ataviado con un traje similar al que utilizaría un esquiador, de color marrón, ajustado mediante una faja dorada que llevaba en la cintura. Con cabellos rubios que caían por sus hombros, y piel de color canela. Entablaron una conversación telepática, donde el visitante le comentaba que procedían del planeta Venus, y que de momento no era aconsejable darse a conocer a la humanidad, pues su presencia podría dar comienzo a un profundo desconcierto en la sociedad actual.


Ilustración basada en el encuentro de Desert Center. Fuente: www.aliens-everything-you-want-to-know.com


Ilustración del ser que contacto con Adamsky. Fuente: www.stendekkk.blogspot.com

Cuando terminaron de hablar, aquel ser esbelto regresó a su nave discoidal que se elevó del suelo suavemente, momento en el que, según Adamsky, aprovechó para fotografiar dicha nave, donde se podían distinguir tres esferas en la zona inferior del fuselaje, juntamente con el tren de aterrizaje que estaba constituido por tres patas, las cuales formaban un perfecto triángulo equilátero.
Este fabuloso relato, no tardó en ser publicado a través de toda la prensa mundial, pues teóricamente, el ser humano había entrado en contacto, por fin, con seres ajenos a nuestro planeta.

Aunque el colofón de este caso, no llegaría hasta la noche del 13 de Diciembre de 1952…

Según Adamsky, aquella noche el ser alienígena que conoció en los desiertos de Arizona, le invitó a entrar en su platillo volante, con el cual, viajaron hasta nuestro satélite, la Luna, y le mostró las ciudades que allí había, ocultas en los cráteres de la cara oculta y cubiertas por grandes esferas transparentes. 


Diversas imágenes del supuesto platillo volante de Adamsky. Fuente: www.aztronomia.com


Diagrama realizado por Adamsky. Fuente: www.emosonic.com


Una de las supuestas naves nodriza fotografiadas por Adamsky. Fuente: www.contactee.se

 
A partir de aquel momento, la popularidad de Adamsky comenzó a subir como la espuma, e inició una gran ruta ufológica por todo Estados Unidos, para dar conferencias sobre sus encuentros con los extraterrestres; su fama fue tal, que incluso fue recibido por grandes personalidades como la reina Isabel de Reino Unido, la reina de Holanda, o el Papa Pío XII.

En 1954, explicaba a la prensa que la Tierra tenía un potente cinturón magnético que desviaba los rayos solares y que se encontraba a unos 900 km de altura; sus detractores no le creyeron y trataron de desprestigiarle por todos los medios, pero curiosamente, a principios de 1958, el primer satélite lanzado por los Estados Unidos de América, el “Explorer I”, demostró la existencia de un campo electromagnético que recibió el nombre de magnetosfera o “Cinturón de Van Allen”. Cierto es, que ya se presuponía la existencia de este campo magnético creado por el núcleo férrico de la Tierra, pues la acción magnética de los polos terrestres se debía desviar hacia las capas más altas de la atmosfera, ya que su fuerza es tal, que provoca el efecto luminoso de las auroras boreales y australes, al chocar con las partículas arrastradas por el viento solar; y como Adamsky era un conocido astrónomo amateur, siempre trataba de conocer los últimos estudios e investigaciones referentes al espacio y los astros conocidos hasta la fecha. 
 
Así que no es casual que conociera la existencia del campo magnético de nuestro planeta con cierto detalle. Lo que Adamsky y la astronomía de la década de los 50 desconocían, es que Venus es un planeta donde es imposible que la vida prolifere, pues en su superficie, la temperatura supera los 450ºC, las lluvias de ácido y metal fundido son constantes, y la presión atmosférica ronda los 92 atm. Dato que comprobó la sonda soviética Venera 1, el 12 de febrero de 1961, pues al posarse en su superficie, pudo transmitir durante algunos minutos, para después ser aplastada por la enorme presión de la atmosfera.

A lo largo de los años, fue publicando varios libros donde narraba sus supuestas vivencias y contactos con aquellos seres provenientes del planeta Venus, de los cuales, estos son los mas destacados:

-Los platillos volantes han aterrizado (1953).

 
Fuente: www.science.howsuaffworks.com

-Dentro de las naves espaciales (1956).

Fuente: www.bearaley.blogspot.com

 -Despedida de los platillos volantes (1964).

Finalmente, Adamsky falleció el 23 de Abril de 1965 de un ataque cardíaco, y fue enterrado en el cementerio de Arlington, muy cercano a la ciudad de Washington.

Hay que remarcar que las narraciones de George Adamsky están impregnadas de imaginación, aventura y todo lujo de detalle, pero con las primeras fotografías que obtuvo en su supuesto primer encuentro con el ser alienígena, durante la excursión grupal a Desert Center, se puede observar que la imagen estaba trucada. Incluso el propio Adamsky admitió poco antes de fallecer, que aquel relato fue una invención, y que el supuesto platillo volante lo creó usando algunas partes de su vieja caldera de gas. Y no solo eso, si nos fijamos en la forma y componentes de dicha nave, se asemejan asombrosamente a los diseños desarrollados por la Luftwaffe de la Alemania nazi de Adolf Hitler, en base a las especificaciones descritas por la sociedad “VRIL”, que habrían sido denominados como “Haunebú I” y “Haunebú II”, cuyos diseños ya estaban sobre la mesa antes de 1934, pero la tecnología necesaria para su construcción, nunca llegó a ser desarrollada.


Fotomontaje con un Haunebú I de fondo. Fuente: www.gyakorikerdesek.hu

Supuesta imagen de un modelo Haunebú I. Fuente: www.beforeitsnews.com

Haunebú II y diagrama realizado por VRIL. Fuente: www.ufosightingshotspot.blogspot.com

Fuentes:
-www.portaldesconocido.wordpress.com
-www.delcieloalatierra.com.ar
-OVNI ¿Realidad o Ficción? Autor: Rosa Maria Latagliata Ed.: Susaeta.
-Archivo personal de Misterios de las Baleares.
-Archivo personal.

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